sábado, 18 de enero de 2014

PRISM….de qué estamos hablando?

PRISM es un programa del Gobierno estadounidense mediante el cual se obtienen datos de compañías como Google, Apple, Microsoft o Facebook. Todas ellas niegan su participación activa
Sin embargo, se ha sabido que el Gobierno de Estados Unidos espió mediante  PRISM a los usuarios de compañías como Facebook, Google o Microsoft a través de los servidores de estas empresas.

Esta revelación se hizo gracias a la filtración de una presentación de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, que fue publicada por The Guardian y The Washington Post.

PRISM,es  un programa que permite a esta agencia acceder a la información almacenada en los servidores de al menos 9 firmas con gran peso en Internet (en el Power Point aparecen Microsoft, que fue la primera en ser espiada, Yahoo!, Google, Facebook, el proveedor PalTalk, YouTube, Skype, AOL y Apple, que entró en la lista el año pasado).
Dropbox se podría sumar pronto a la lista.
Lo que se obtiene es el    "historial de búsquedas, el contenido de correos electrónicos, transferencia de archivos y chat en vivo", según la información publicada por The Guardian.
El seguimiento de esta información confidencial (almacenada o en tiempo real) se realizaría sin que fuese necesario solicitar el acceso a los proveedores de Internet o conseguir una autorización judicial. Todo ello aparece en el documento, que, al parecer, estaba destinado al entrenamiento de nuevos agentes.

Cuándo comenzó este programa?
durante el gobierno de Bush,y a través de la Ley Proteger América (PAA),se dio valor legal a "interceptar"comunicaciones extranjeras que pasaban por EEUU.(Fte.Washington Post),y de este modo,se justificaba la vigilancia sobre un extranjero.
Por supuesto sin intervención judicial.

La  presidente de Brasil. Sra. Dilma Rouseff, expresó su opinión al respecto, en su discurso en el plenario de líderes mundiales
 Ella,ya había suspendido una visita de Estado a Washington, agendada para el 23 de octubre, declaró que el espionaje internacional de los servicios de inteligencia norteamericanos constituye una "grave violación de los derechos humanos". "Estamos frente a un caso grave de violación de los derechos humanos y de las libertades civiles, de invasión y captura de información confidencial relacionada con actividades empresariales y, sobre todo, de un irrespeto a la soberanía nacional"
"Semejante injerencia es un quebrantamiento del derecho internacional y una afrenta a los principios de las relaciones entre los países, especialmente si son amigos", insistió en referencia a las revelaciones filtradas por el topo de la CIA Edward Snowden, perseguido por los Estados Unidos y refugiado en Rusia. Snowden reveló, entre las filtraciones que desnudaron la vigilancia de Washington a países amigos y enemigos por igual, que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) intervino las comunicaciones personales de Rousseff, de funcionarios del gobierno y de la petrolera estatal Petrobras. "Le transmitimos al gobierno norteamericano nuestra protesta, exigiendo explicaciones, disculpas y garantías de que estos procedimientos no se repetirán", dijo.
 Los países "no pueden permitir que acciones ilegales se produzcan como si fuesen normales", agregó. 

Como marca la tradición, Rousseff, en calidad de presidenta de Brasil, fue la primera en dirigirse al plenario, luego de los discursos del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y del presidente de la Asamblea General, John Ashe. 
También por tradición, quien seguía en la lista era Barack Obama, lo cual agregó condimento a la airada acusación en su contra. 

 Obama tenía otros temas en agenda, sobre todo Irán y Siria. Pero la andanada de acusaciones de Rousseff lo obligó a tomar un desvío provisorio de su discurso sobre Medio Oriente y responder, más no fuera al pasar y de manera muy general, a las que llamó "preocupaciones" de sus aliados como Brasil. "Hemos comenzado a revisar el modo en que obtenemos información de inteligencia para tener un equilibrio correcto entre las legítimas preocupaciones de seguridad de nuestros ciudadanos y aliados, y las preocupaciones privadas que comparte todo el mundo", señaló. Pero Rousseff no mostró ningún interés en el equilibrio del que luego habló Obama. Por el contrario, dejó en claro que la vigilancia de la que fue objeto era un abuso en toda regla. Consideró "totalmente inaceptable" el espionaje a empresas, y dijo que era "insostenible" justificar esas prácticas con la lucha contra el terrorismo. "Brasil sabe cómo protegerse, lucha contra los grupos terroristas y no los alberga", clamó. Luego fue más allá de la denuncia y pidió una acción internacional concertada para evitar que esas maniobras puedan repetirse. Con ese fin propuso que la ONU se enfoque en crear las condiciones "para evitar que el ciberespacio sea usado como un arma de guerra, a través del espionaje, sabotaje y ataques contra los sistemas y las infraestructuras de otros países".

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