jueves, 16 de enero de 2014

Quién era Dian Fossey?

Dian Fossey
se dedicó a estudiar el comportamiento de los gorilas y para ello se radicó en Africa.
 Sin tener grandes conocimientos de zoología, pero sí mucha voluntad y un verdadero y genuino amor por la naturaleza, especialmente por estos gigantes que llegarían a ser su familia.
Allí, con gran empeño logró fundar el “Karisoke Research Center”.
Su metodología para el estudio de la especie  , consistía en otorgarle  un nombre propio al gorila en el preciso momento en que fuera capaz de reconocerlo, para así diferenciarlo de los demás y poder observarlo con mayor facilidad.
Además, logró acercarse a los animales gracias a su intuición que le indicaba a cual debía acercarse. Así imitaba sus sonidos y comía ruidosamente apio salvaje al igual que ellos lo hacían. Sus estudios cambiaron mucho las nociones que se tenía acerca de los gorilas, sobre los cuales existía el prejuicio de que eran violentos y carnívoros. Este mito se mantenía en el conocimiento popular alimentado por películas como King Kong.
Hoy muchos opinan que si ella no hubiera dedicado su vida a esto, los gorilas pertenecerían hoy a las especies desaparecidas.
 Uno de los gorilas se llamó Digit, y fue éste con el que logró mayor comunicación, incluso al nivel de que él le permitía jugar con las crías y le daba su propia mano. Digit murió en una emboscada de cazadores furtivos o poachers defendiendo a su grupo familiar.
 Este hecho desencadenó una furia incontenible en Dian, quien después de la terrible pérdida se abocó a la persecución de estos cazadores a quienes odiaba con toda su alma. Les ponía trampas y llegó a verdaderos extremos para salvar a sus amados gorilas. Poco después, creó la “Fundación Digit” para recaudar fondos que ayudaran a la conservación de estos animales, los tranquilos y misteriosos seres que ella defendería hasta el fin de sus días. El 26 de diciembre de 1985 Dian Fossey fue encontrada brutalmente asesinada en el dormitorio de su gabinete.
Su cráneo había sido partido con un arma nativa, una panga, normalmente utilizada por los cazadores furtivos que ella había confiscado años antes y que tenía como decoración en la pared de su sala de estar. Las circunstancias de su muerte siguen siendo un misterio: Farley Mowat, autora de la biografía Fossey en la Niebla, piensa que es muy extraño que Fossey fuera asesinada por furtivos, sino que más bien fue muerta por aquellos que la veían como un impedimento al turismo y a la explotación financiera de los gorilas; las evidencias del crimen apuntan claramente a que quien lo hizo conocía perfectamente la vivienda de Dian y sus costumbres diarias, además no faltaba nada de valor, miles de dólares en efectivo y cheques de viaje, equipo fotográfico sofisticado... que hubiera sido, indudablemente, muy apetecible para un furtivo. Tras la muerte de Fossey todo su equipo, incluyendo a Rwelenka, un explorador que había sido despedido meses antes, fue arrestado. Todos fueron liberados, excepto Rwelenka que murió en prisión, oficialmente habiéndose suicidado colgándose. El hecho es que había muchas organizaciones interesadas en el fracaso de Fossey para usar los gorilas con propósitos turísticos y por tanto, para producir beneficios económicos; entre ellos, la Oficina de Turismo de Rwanda, el Fondo Mundial para la Vida Salvaje, la Fundación Africana de Vida Salvaje, el Proyecto Monte Gorila... Fossey nunca ocultó que el dinero que mucha gente le enviaba a través de estas organizaciones para financiar sus patrullas anti-furtivos, acababa en la financiación de proyectos turísticos y "para pagar el billete de avión de los llamados a sí mismos conservacionistas que jamás formarán parte de una patrulla anti-furtiva ellos mismos". Aun hoy, muchas de estas organizaciones que se opusieron a Dian siguen recolectando dinero usando su nombre, y usan este dinero para justo lo contrario a lo que Dian dedicó su vida. 
 Hoy, tras los genocidios en Rwanda y Burundi de los años 90, no queda prácticamente nada del campo o la obra de Fossey.

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