martes, 21 de enero de 2014

Vanessa Allemanny.Escritora.

                                                                        Triste.

El alma, el espíritu, la impotencia, el futuro... Todo.
 Un dolor cultural, indignado, humano. 
Algunos creen que la violencia se amontona en las grandes ciudades, en las metrópolis inundadas de gente. 
Pero no, y cuántas veces he gritado "¡no!" 
Genealogias enteras, amamantadas con la impunidad sobre la docilidad, de fiascos jurídicos, de cinismos proverbiales. 
Asco revuelto con furia en el mismo tazón, macerado bajo el cielo argentino, sobre el dormido suelo del Leoncito, resquebrajando el alma como la misma pampa. 
Por esta reseca garganta, sangra el grito de la voz que no pudo ser: Umma. 
Sin vida digna de ser defendida, según su propia estirpe. Cruel, tal vez...pero aquello no hubiera sido vida, sólo supervivencia y angustia, hasta otro fatal día futuro.
Las flores de hoy, brotaron prematuramente y evitaron más daño. Una existencia entre guerrillas de narcos extranjeros y hermanos; da igual, el nuestro, es ya un suelo profano, que jamás volverá a sorber paz, de la pura y verdadera, de la que no se siembra y se vende, para encenderla con fuego, para encender la inconsciencia. 
No puedo dejar de decirlo, aunque lo haga en soledad que apura al eco. No debo.

 ¡NUNCA MÁS!

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