viernes, 31 de enero de 2020

Yerba Mate Prohibida.



A través de la disposición 481/2020, publicada este viernes en el Boletín Oficial, la ANMAT prohibió la venta del producto «Hierbas Serranas con Yerba Mate, marca Hierbital, Mezcla de Poleo, Yerba mate, peperina, menta y cedrón» por no cumplir «la normativa alimentaria vigente». 

 La ANMAT explicó que «se realizó el análisis microbiológico y fisicoquímico e informó que se detectó la presencia de Salmonella Spp y valores de recuento de Escherichia Coli y esporas de Bacillus Cereus (bacteria que causa envenenamiento por consumo)».

jueves, 30 de enero de 2020

El arte de hablar mal y la imposicion del lenguaje inclusivo.




Hablar mal, es casi una costumbre instaurada en la cotidianeidad.
Sin embargo, uno espera que  el uso correcto del idioma ,se mantenga al menos en los medios de comunicación y en cuanta forma de expresión se manifieste.
Pero,los comunicadores modernos, suelen ser descuidados y hasta groseros en sus  expresiones.
Parece ser ,que está de moda hablar mal, una especie de tremendismo,que nada tiene que ver con la formación intelectual .
Ya sabemos que la decadencia idiomática, comenzó en nuestro país, con la aparición en los medios, de emisiones de divertimento nefastos,con conductores deshinibidos y chabacanos y una troupe de seguidores ,que lentamente, fueron minando la cultura del buen uso del idioma.
Pero,sorprendentemente, no solo se dió en estos casos, sino  tambien algunos periodistas renombrados y de trayectoria que prefirieron subirse al pedestal del vulgarismo y quizás, les haya sumado  rating.
Las malas artes del lenguaje oral, se contagian y es dificil librarse de ellas ,primando  la creencia de que el que habla bien "no está a la vanguardia de la moda."
Pero por si todo esto fuera poco, hay que agregar esta  marcada tendencia de imponer el uso del famoso  lenguaje inclusivo,en favor de una causa que no es lingüística sino política y social.

 A la hora de cambiar algo en una lengua ,es para que esta sea eficiente, que ahorre esfuerzos al hablante y que sea económica en términos lingüísticos. 
 Según esta premisa, no parece a primera vista que el lenguaje inclusivo, vaya a ahorrar ningún esfuerzo. Al contrario.
Son evidentes los tropiezos a que obliga quienes desean ponerlo en práctica
Ya sea que hayan elegido la "e" o la "x" -esta última casi imposible de pronunciar, la concordancia de sustantivo, adjetivo, artículos y pronombres se vuelve un trabalenguas innecesario y calamitoso.
Hay que estar preparados y no dejarse arrastrar por los kamikazes de la deformación del idioma.