martes, 3 de mayo de 2022

El hundimiento del ARA General Belgrano: un verdadero crimen de guerra .


     Agradecemos a  Valentín Olavarría              

        de "Argentina Joven",por acceder a nuestra solicitud de enviarnos este informe.

Este lunes 2 de mayo se cumplen 40 años del hundimiento del ARA General Belgrano en manos del submarino nuclear británico HMS Conqueror. Se trata de un suceso que tomó lugar durante la Guerra de Malvinas. Sin embargo, el navío argentino se dirigía al continente americano y no representaba ningún tipo de amenaza para nuestros enemigos. De hecho, el buque navegaba fuera de la Zona de Exclusión impuesta por el Reino Unido, que delimitaba una circunferencia imaginaria de 200 millas náuticas. Pero ¿puede considerarse el hundimiento del ARA General Belgrano un verdadero crimen de guerra?

   Para eso, debemos comenzar por definir qué se entiende por “crímenes de guerra”. De acuerdo con el Estatuto de Roma, son crímenes de guerra “la destrucción y la apropiación de bienes, no justificadas por necesidades militares, y efectuadas a gran escala, ilícita y arbitrariamente”.

   Ahora, vamos a los hechos. Eran las 16 horas del 2 de mayo de 1982, a un mes del desembarco argentino en las Islas Malvinas, cuando el Belgrano es interceptado por el HMS Conqueror. El buque de la Armada Argentina, que tenía la misión de vigilar a lo lejos las intenciones de las fuerzas enemigas, transportaba 1093 personas y se dirigía hacia la Patagonia, navegando fuera de la Zona de Exclusión establecida por Gran Bretaña. 

   El submarino nuclear Conqueror disparó tres torpedos contra el buque argentino. El primero dio con la sala de máquinas del Belgrano, cuyo incendio se extendió hacia el comedor y la cubierta principal. El segundo torpedo le arrancó la proa al crucero. Finalmente, el tercer disparo no dio en el blanco y se cree que golpeó al ARA Bouchard, a cargo de la protección del ARA General Belgrano.

   Así, en tan solo unos minutos, dieron la vida por la Patria 323 personas, casi la mitad de las 649 bajas que nuestro país sufrió en los 74 días de guerra.

   Pero el navío argentino no representaba ningún tipo de peligro para las fuerzas británicas. Lo que nos lleva a pensar que su hundimiento no persiguió una necesidad militar, sino una meramente política.

   En Gran Bretaña, la Guerra de Malvinas contaba con una gran oposición pública y parlamentaria. La primera ministro, Margaret Thatcher, se estaba jugando su reelección en este conflicto. Por lo que, debía garantizarse una rotunda victoria y mantenerse firme en su decisión de ir a la guerra, evadiendo a toda costa cualquier negociación de paz. 

   Frente a la seria posibilidad de que la Junta Militar argentina aceptara las negociaciones de paz propuestas por el presidente del Perú, Fernando Belaunde Terry, Thatcher habría ordenado atacar el Belgrano, a fin de asegurarse que el conflicto persistiera.

   De acuerdo con el doctor en Historia y profesor de Geografía Política, David Pellicer, el hundimiento del ARA General Belgrano representa “tajantemente” un crimen de guerra, pues “estaba en una situación pasiva, fuera de la Zona de Exclusión”. Asimismo, “si ellos [los británicos] autoimpusieron una Zona de Exclusión e incumplieron esa misma norma es un doble crimen de guerra”.

   40 años después, la criminalidad del hundimiento del Belgrano continúa siendo un hecho totalmente indiscutible, teniendo en cuenta que el ataque rompió leyes y normas internacionales, como también reglas establecidas por el propio Reino Unido. El ataque no solo constituyó una destrucción injustificada e ilícita, sino que también le causó grandes sufrimientos a 323 familias y a nuestra Patria en su conjunto, que al día de hoy espera justicia por sus héroes caídos.

 Josefina Kohler

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