Pasaje Rivarola |
Construidos a fines del siglo XIX como negocio inmobiliario, aún conservan su arquitectura y mantienen el sentido de pertenencia de las vecindades.
Los pasajes de Buenos Aires encierran historias privadas, funcionan como refugios urbanos para los seres que los habitan. Tranquilos, silenciosos y únicos, siguen propiciando un sentimiento perdido entre los vecinos de la Ciudad: el de pertenencia. Aquí, un recorrido por grandes historias que nacieron en pequeñas calles.
Son más de 40 . Valorados por artistas y sobrevaluados por inmobiliarias, estos espacios sin tiempo remiten a Montevideo, Sevilla o París....enterate.
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