La atención renovada llega poco después de la orden del 26 de mayo del presidente Joe Biden para que las agencias de inteligencia estadounidenses "redoblen esfuerzos" para investigar los orígenes del coronavirus.
El 11 de mayo, el asesor médico jefe de Biden, Anthony Fauci, reconoció que ahora "no está convencido" de que el virus se desarrollara de forma natural, un cambio aparente frente a lo que contó a National Geographic en una entrevista el año pasado.
El mes pasado, más de una docena de científicos —importantes epidemiólogos, inmunólogos y biólogos— escribieron una carta publicada en la revista Science que exigía una investigación exhaustiva sobre dos teorías viables del origen del virus: el salto natural de un animal a un humano o un accidente en el que se liberó una muestra salvaje de laboratorio que contenía el SARS-CoV-2. Instaron a que ambas teorías "se tomen en serio hasta que tengamos datos suficientes" y escribieron que una investigación adecuada sería "transparente, objetiva, basada en datos, que incluya diversas especialidades, sujeta a una supervisión independiente" y con los mínimos conflictos de interés, si es posible.FTE.NATHIO.
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