Financiada por un fondo (fideicomiso) que formarán las compañías de seguros, el que deberá cobrar, una comisión menor a la que hoy reciben a los bancos (el 1 % mensual) circulará, solamente entre los grandes supermercados.
El consumidor pagará, por sus saldos, un 22% anual. El gobierno piensa que la reducción de la comisión puede prolongar el congelamiento de precios . Pero, los precios siguen en alza
Los supermercados se quedarán con una parte de las ganancias que ahora van a los bancos y los súper que no componen las grandes cadenas no tendrán esa ventaja.
La tarjeta no tendrá promociones ni descuentos.
O sea que será el pretexto para una cartelización de los supermercados, organizada desde el propio Estado, para evitar una competencia que baje los precios en un momento de caída de las ventas.
La Moreno-card es un recurso último del gobierno frente al desmadre de la inflación y de la devaluación del peso, pero no resuelve la carestía ni la caída del empleo de los trabajadores, así como tampoco resuelve la crisis generada con los inversores capitalistas en la minería, el petróleo y el agronegocio sojero, los que constituyen el esquema de sustentación del gobierno K.Marcelo Ramal-Infobae.
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